viernes, 28 de noviembre de 2014

¿BAILANDO....SOÑANDO?, AMBAS COSAS....



A medida que vamos avanzando por este nuevo ciclo, donde estrenamos y entrenamos este precioso par de alas, conviene también detenernos a reflexionar unos instantes acerca de todo lo que hemos experimentado hasta ahora. Miramos lo que se ha quedado atrás y nos parece increíble esa vida antigua, presos de tantos miedos y paradigmas. Ahora nos invade una sensación de libertad y la satisfacción que da recoger la cosecha. Sí, valió la pena “hacer el loco” por bastante tiempo y que algunos –los mismos que eligieron seguir por caminos ya transitados– nos miraran tan raro por sembrar en esas tierras que muchos decían infértiles… y aquí estamos: segando campos repletos de frutos deliciosos y ya maduros como el despertar, la armonía, la paz, la comprensión, y empezando a vivir en un nivel de conciencia superior.

Atrás se queda esa constante charla interna, casi siempre negativa, donde a veces nos victimizábamos o nos reprochábamos buscando culpables de cada uno de nuestros conflictos… Para poder sanar, tuvimos que aprender a perdonar, empezando por nosotros mismos, a nuestros progenitores, y al mundo entero. Eliminamos la antigua costumbre de enjuiciarlo todo y nos iniciamos en la practica de la aceptación. Comprendimos la magia de la vida en donde todo es perfecto y necesario porque el Universo marcha en correcto equilibrio entregándonos todo lo que necesitamos para nuestro crecimiento… y eso es más allá del bien y del mal.

Todavía queda reconocer nuestra perfección divina, nuestro linaje cósmico y eso sin los velos que impone el ego. Liberamos un pasado con todas sus historias y la imagen de lo que creíamos ser… y lo más importante es que aprendimos a soñar y así, con esa capacidad despierta en nosotros, comenzamos a crear… nos reinventamos… ya somos otros, aunque nos parezca increíble y en todo momentos pensemos que nos despertaremos de un maravilloso sueño… pero no, ahora estamos soñando conscientemente y con la potencia energética que nos regala este tiempo haremos realidad cualquier anhelo… ¿no lo crees? Pues no me creas… solo atrévete a soñarlo y lo comprobarás por ti mismo.

martes, 25 de noviembre de 2014

EL MAL ¿ES REALMENTE MALO?


El mal es realmente malo? El bien es realmente bueno? Si histórica y actualmente en la lucha contra el mal se cometen atrocidades en nombre del bien, algo anda mal.

Quién dictamina qué es el bien y qué es el mal a nivel global? Los grupos económicos, los gobiernos, los medios de comunicación?

Quién dictamina qué es el bien y qué es el mal a nivel individual? La mente, la familia, el colegio, la religión? A todo eso que está considerado mal y que no queremos reconocer como individuos o como sociedad llamémosle lado oscuro, sombra, lado animal, diablo, etc.

Las guerras externas e internas se justifican con una perfecta coartada: “al mal hay que eliminarlo, hay que reprimirlo, hay que dejarlo a un lado.”

Y aquí solo triunfa la violencia con la que se asesina al mal, el miedo a enfrentarse con ese diablo y negociar con él, y el no querer aceptar un lado oscuro que no nos permitimos ver.

Probar tomar ese lado oscuro, iluminarlo e integrarlo, tal vez sea más sanador y realista que suprimir el “mal” (o lo que nos hicieron creer que es el mal). De esta manera podremos conocer un costado de nuestra personalidad desconocido o no explorado, podremos evitar que ese lado reprimido explote en algún momento y hacer o hacernos mucho daño en un acto impulsivo e incontrolable.

Lidiar con ese lado que no vemos o que nos resulta contrario a nuestra auto imagen, y hacerlo parte, es mucho más liviano que ocultarlo.

Se hace pesado cuando descargamos esa ira reprimida en lugares o personas que no merecen esa furia.

Y ese lado oscuro no necesariamente deberá ser un instinto asesino, sino quizá el mostrarse sensible, el decir la verdad, el reconocer algo en uno mismo que no está aceptado como moral por la sociedad y el entorno, entre otros.

La oscuridad está en las proyecciones, en lo que supuestamente me molesta del otro y en realidad es mi yo reflejado, lo que no quiero reconocer en mí.

La sombra está en la creencia de valores y mandatos impartidos por las familias, sociedades, religiones y medios que no hacen más que reprimir al yo verdadero.

El integrar el diablo puede convertirnos en humanos, el reprimirlo nos lleva a mentirnos y andar por la vida con el disfraz de santos sin saber quiénes somos.

Animarse a ser “malos”, mejor que disfrazado de “buenos” puede cambiar la historia.

jueves, 20 de noviembre de 2014

EL SENTIDO OCULTO DE LA TRAGEDIA


A TÍ, MI FIEL SEGUIDOR, GRACIAS, TE QUIERO.

Cuando algo inesperado nos sucede trayendo dolor y desesperanza, cuando imprevistamente se desvía el rumbo de nuestras vidas, solemos preguntarnos por qué a mí, por qué en este momento o incluso por qué Dios me ha castigado.

Ninguno de nosotros está exento de sufrir una pérdida irreparable. Y normalmente lloramos por nuestra desgracia, cosa que es totalmente lógica y humana.

Con frecuencia el hecho traumático nos paraliza y nos somete a la inmovilidad emocional. Otra opción que requiere coraje y una gran generosidad de nuestra parte es modificar la pregunta: no seguir dando vueltas sobre por qué nos ha sucedido cierta desgracia sino “para qué ha llegado a nuestra vida este acontecimiento, hacia donde nos conduce, qué nos impone, qué nos impide, qué caminos nos obliga a emprender, qué enseñanzas nos acerca, qué nos falta aprender y sobre todo cuál es el beneficio oculto.

Toda tragedia es una puerta abierta.

Si ya hemos perdido el miedo y decidimos ir al fondo de las manifestaciones de nuestro destino, descubriremos que junto al dolor puede aparecer un sentido completamente nuevo para nuestra vida. Entonces puede aparecer la preocupación por el bienestar ajeno.
Más que nunca tendremos la certeza y el deseo de estar al servicio del otro, de crecer a favor del otro, de cuidar, brindar apoyo y cobijo, sea quien sea ese otro.

Entonces surgirá del fondo de nuestro ser una vitalidad, una fuerza y un fuego ardientes capaces de romper las barreras del tiempo. Haremos lo que sea por un niño, por un animal, por una planta, por una obra de arte, por una idea, por un proyecto o por un sueño.

Sabremos que no hay medida para la ofrenda y que la vida es muy corta, que siempre habrá alguien que estará en peores condiciones físicas o emocionales que nosotros. Ya hemos atravesado las puertas de nuestro infierno personal. No importa si algo malo nos sucede. Lo único que importa es qué hemos aprendido y qué personas se han cruzado en nuestro camino gracias a la tragedia que nos ha tocado vivir.

A veces el sentido pleno aparece muchos años después de la pérdida o del hecho doloroso en sí mismo.

Al mirar hacia atrás sabemos que ese acontecimiento sufriente fue la gran oportunidad de nuestra vida, lo que nos ha permitido ser quienes somos.

Y que fue sólo cuestión de esperar que se manifestara en el orden esencial.

sábado, 15 de noviembre de 2014

TENER LIBERTAD




El mayor misterio que se conoce es la vida misma, un misterio que hay que vivir. Nunca hay que dar la vida por segura, sino que ha de ser creada, y sólo puede ser creada eligiendo libremente, eligiendo por ti mismo. Probablemente cometas errores y equivocaciones, pero no hay que preocuparse por nada, ya que esos errores forman parte del crecimiento, de tu evolución personal.

Llamamos experiencia a la acumulación de errores, uno sólo aprende y vuelve al camino correcto cometiendo errores. Por tanto, la única manera de tener libertad es dejar de pensar como los demás y empezar a pensar por ti mismo, aunque te equivoques.

Todo ser humano nace como ‘libertad’, lo que quiere decir que depende de ti en lo que te conviertas o no te conviertas, es tu propia creación. En realidad, cada momento te estás creando a ti mismo. Mucha gente cree en el destino, pero el destino es como una prisión, es como estar encadenado.

Si no crees en el destino toda la responsabilidad será tuya, tendrás la libertad de elegir y de ser responsable de ti mismo. Por supuesto que a mucha gente le asusta ser libre, y es que la libertad es arriesgada porque nunca sabes cual será el resultado.

Pero es que la vida es eso: una aventura, una exploración y un descubrimiento.

“Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder” Ralph Emerson

La historia, la economía, la política, la religión, la sociedad… Cualquiera de estas fuerzas externas coinciden en una cosa: en que no somos libres. Pero somos absolutamente libres, y no debemos eludir esa responsabilidad. Cuanto antes lo aceptes, antes podrás empezar a crearte a ti mismo, y en cuanto te creas a ti mismo surge una gran alegría.

Cuando te has completado a ti mismo de la forma que tú has querido te inunda una gran satisfacción, surge una inmensa paz y felicidad en tu corazón al sentir que has participado en tu propia existencia. Únicamente hay que recurrir a la creatividad, sólo a través de ella participas en esta creación de ti mismo.

“De creer a crear sólo hay una letra de diferencia” Anónimo

No te conformes con ser un observador, tienes que participar en tu vida de alguna forma, sólo así ‘saborearás’ su misterio. Crear un cuadro no es nada, crear un poema no es nada, o crear música no es nada comparado con tener la libertad de crearte a ti mismo, con crear tu conciencia. La libertad te ofrece la oportunidad de caer por debajo de los animales o de elevarte por encima de las nubes.

Libertad significa básicamente que eres capaz de elegir lo correcto o lo erróneo y así elevarte en conciencia, elevarte en el mundo de la verdad y la felicidad. Siempre que existe libertad irrumpe el caos, pero merece la pena porque de ese caos también nacen mejores personas.

Crece en conciencia, crece en libertad y elige cada paso que des.

Conócete y créate a ti mismo.

martes, 11 de noviembre de 2014

LA DISCIPLINA DEL SENTIR


La razón disfraza los sentimientos.

La cabeza opaca al corazón.

Y así se puede pasar la vida. Sin vivir. Vendiendo personajes, comprando fantasías.

Alimentar el ego es una pose que dista de la verdadera felicidad.

Pensar es útil, aunque no suficiente para disfrutar. Se disfruta sintiendo, se gana intelectualmente pensando. Los sentidos se echan a perder con tanta mente. Sentir cuando hay que sentir es el desafío. Pensar para ordenar lo sentido. Esa es la dinámica, ese es el equilibrio. Esa es la disciplina a ejercitar.

Aparece la creatividad en un estado de no mente. Se crea una idea, se crea una obra de arte, se crea la propia vida. La mente engaña, los mandatos que ahí habitan no son más que información que mantiene un razonable equilibrio, aunque no muchas veces un feliz equilibrio.

Lo que quiere una mente es lo que quiere una familia, una sociedad, un gobierno. Lo que quiere un corazón, es lo que verdaderamente quiere un individuo.

Sentir primero y pensar lo sentido para comunicarlo puede cambiar las formas. Pensar primero es defenderse, es mantener las formas.

Un gran paso es desaprender, dejar de controlar acontecimientos, identificar qué oculta la mente con su discurso armado.

Salir a buscar el placer con las emociones, despojarse de tanta razón, abrir la puerta de los sentidos para ver, es despertar.

La mente está en el pasado, la mente está en el futuro. No está acá, no está ahora.

Es muy fácil confundir emociones generadas por la propia mente con el verdadero sentir.

La disciplina del sentir está libre de fantasías generadas por la historia personal o por un futuro que repite el pasado.

La disciplina del sentir esta a disposición de todos, habrá que animarse a ponerla en práctica y prepararse para renacer.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

DEJA DE ECHARLE LA CULPA AL SISTEMA

Dejar de echarle la culpa al sistema mira hacia fuera sueña, quien mira hacia dentro despierta.

Dejar de mirar hacia fuera y volverse hacia dentro es un gran paso hacia la verdad.

Echarle la culpa de todos nuestros males a la cultura, a la sociedad, al gobierno, a la familia es una pose muy cómoda. Y esto no es otra cosa que depositar una imposibilidad que está dentro de uno mismo en el sistema del que uno es parte.

Ese sistema que supuestamente nos inmoviliza, que no nos deja caminar, avanzar, crear, crecer, ser.

La propuesta no es taparse los ojos y salir violentamente a romper con todo, sino todo lo contrario.

Para que se produzca un pequeño o gran movimiento, habrá que aceptar que el afuera no va a cambiar. Habrá que aceptar que yo soy y he sido parte de ese sistema “interno”, pasiva o activamente, no haciendo nada o sólo quejándome.

La libertad empieza por reconocer los límites que impone el programa que tiene configurada nuestra cabeza.

Habrá que desprogramarse, habrá que limpiar la suciedad que trae consigo nuestra mente, habrá que pedir ayuda si es necesario para realizar ese trabajo de encontrarse con quien uno verdaderamente es.

Para despertar y dejar de soñar, habrá que reconocer que la verdad está dentro.

Uno no es quien le dijeron sus padres, amigos, la religión o los medios de comunicación. Y aquí está la trampa de la cual cuesta tanto salir.

La razón, los mandatos, el deber ser, le dirán a mi cabeza qué es lo que está bien o qué es aceptado para mi vida.

Eso es vivir una constante fantasía. El corazón, el sentir, la emoción, no impone ni dictamina, es pura libertad, pura verdad. Eso es vivir en una constante realidad.

martes, 4 de noviembre de 2014

LA TELEVISION




La televisión es el enemigo en casa. No tendría por qué ser así, pero de hecho así es. Este aparato es el instrumento que la clase dominante utiliza para colonizar mentes. Y es muy efectivo, como veremos a continuación.

Un método eficiente de control mental

En las series de televisión, tanto infantiles como para adultos, así como en el cine, se nos han mostrado diversas historias ficticias sobre el control mental, historias de seres malvados que quieren controlar las mentes de otros seres inocentes, sea un individuo, sea el mundo entero.

Para tal fin, los malvados ficticios han contado con varios medios, desde sus propios superpoderes hasta satélites, según el caso. Lo cierto es que la televisión es, como medio de control mental, mucho más eficiente que cualquiera de los métodos que hemos podido ver a lo largo de nuestra vida en el mundo de la ficción.

En primer lugar, la televisión es un medio barato de control mental, pues el aparato que servirá para controlar las mentes es pagado por las mismas personas cuyas mentes serán colonizadas y controladas. En segundo lugar, en prácticamente todos los hogares hay una televisión, lo que facilita el control mental de prácticamente toda la población al mismo tiempo.

Cómo coloniza mentes la televisión

La ficción, a través de la televisión la mayoría de las veces, nos ha metido en la cabeza que cosas como la colonización de mentes y el control de estas se realizan de forma pintoresca, tal vez con ondas de energía emitidas por un aparato, por un rayo o por un misterioso poder que algunos seres tienen. Sea como fuere, esto es la ficción y, al menos en este aspecto, poco tiene que ver con la realidad.

En la realidad la colonización de mentes funciona de otra manera. En primer lugar, la televisión cuenta con una programación variada, a través de la cual llega a mentes de todas las edades.

Por ejemplo, la programación infantil, los contenidos de esta programación, están llenos de ideas que a la clase dominante actual le conviene que sean inculcadas a los niños. Así, los niños aprenden que la moral se reduce a una constante lucha entre el bien y el mal; que un individuo, solo con su esfuerzo y trabajo, puede llegar a ser multimillonario; etc. A los niños se les inculca una cosmovisión basada en la ideología dominante mediante la televisión.

En segundo lugar, en la televisión la imagen tiene un gran peso, aportando una presunta veracidad a la información. A las personas adultas, quienes son agentes sociales activos, se les proporcionan tertulias políticas y noticiarios. Tanto en unas como en los otros, se transmiten informes que van acompañados de imágenes. Estas imágenes son seleccionadas y editadas previamente, sin embargo los espectadores solo ven el resultado final, junto con los informes que un locutor añade, en el caso de los informativos.

El contexto, un programa dedicado a la información seria, sumado a las imágenes, permiten colonizar mentes. Por ejemplo, a la clase dominante le ha interesado durante muchos años que pensáramos que Hugo Chávez es un dictador, lo cual es falso, pues era el presidente electo de Venezuela. Para que pensáramos tal cosa, aquellas personas a las que, por el contexto en el que aparecen, el espectador les atribuye rigor informativo no han tenido más que decir que era un dictador, sumado a imágenes en las que el fallecido presidente de Venezuela se mostraba más excéntrico.

La televisión como autoridad moral y epistémica

La televisión, los contenidos televisivos, los informes emitidos a la población a través de este aparato, se consideran una autoridad moral y epistémica.

Es una autoridad moral porque es a través de la televisión que se nos inculca determinada moral, de tal modo que las normas que se han de observar son las que se transmiten mediante los contenidos televisivos. Por otra parte, es una autoridad epistémica.

En efecto, adquirir una creencia a través de la televisión, es considerado una justificación de la creencia misma. Haber oído o visto algo en la tele, es considerado una justificación suficiente para creerlo.