miércoles, 30 de abril de 2014

AMOR - ODIO



Una de las ideas más interesantes, entre muchas otras, del filósofo Empédocles es su descubrimiento del odio, y del amor, como motores fundamentales y destacados del mundo, como ese hilo conductor que guían a las personas. Dos principios que manifiestan, por tanto, esa experiencia de los seres humanos, de sujetos como usted o como yo, produciendo una inclinación o rechazo con respecto a lo que sentimos, y donde se expresa el origen de lo que, propiamente, se une o desune en la naturaleza.

Aunque no es Empédocles el “primero” que comienza no sólo a realizar un estudio, sino a plantearse el propio origen de ese amor y de ese odio, ya en los orígenes de la cultura griega aparece un apelativo que podría ser entiendo como “amor” o “amistad”: una fuerza que arrastra a los seres pero que, en las personas, adquiere una presencia y manifestación mucho más fuerte.

Dentro del amor, que reina en la “esfera” y que constituye ese momento de plenitud, de estabilidad y tranquilidad, puede surgir un odio que corrompe, disgrega, destruye. Precisamente por este hecho, Empédocles, en su estudio, estableció una especie de dialéctica (tensión que entrelaza, separa y une el movimiento de la realidad, que necesita del amor, obviamente, o del rechazo para dar vida y progreso), en la que, estos dos principios, se encuentran en lucha.

Con respecto a la visión del mundo que este filósofo nos transmite, el descubrimiento del amor, como fuente de creatividad, es una aportación tanto fundamental como muy importante. Y es que, estos dos “sentimientos”, vendrían a ser unos impulsos que mueven, e incluso eligen, desean y asumen esas mismas personas, y desde el que lo otro empieza a incorporarse en la propia mismidad y a ser fuente tanto de inteligencia como de alegría.

No obstante, en algunos momentos Empédocles parece estar de acuerdo con la denominada mística órfico-pitagórica, donde el alma juega un papel francamente importante, destacando su transmigración, su destino. Sin embargo, se hace muy preciso añadir que en la concepción del alma de nuestro protagonista existen rasgos racionales y empíricos.

Esas mismas almas que transmigran aceptan a su vez una proporción y armonía con los otros seres, existiendo un vínculo que sujeta todo y que hace de la naturaleza una fuerza destacada, sagrada en todos sus aspectos, de la que los seres humanos son parte y cuya armonía es fruto del amor, de ese mismo que mueven, diariamente, a todas las personas, independientemente del momento histórico en el que vivan.

martes, 29 de abril de 2014

LOS PENSAMIENTOS CON LOS QUE NOS MALTRATAMOS


Largos años de investigación y práctica clínica, llevados a cabo entre otros por el doctor Albert Ellis, nos han permitido llegar a conocer con exactitud cuáles son los diferentes tipos de pensamiento que sistemáticamente se encuentran presentes cuando experimentamos algún tipo de malestar emocional.

Dichos tipos de pensamientos o ideas irracionales son los

1 . IDEAS TIPO «DEBERÍA»
Son pensamientos mediados o inducidos por términos tales como: tengo que, tendría que, debo, debería...

2. IDEAS «ACIENTÍFICAS»
Son pensamientos mediados o inducidos por términos tales como: todo, nada, nunca, siempre, todos, nadie...; necesito...; no soporto (no puedo soportar)...

3. IDEAS «CATASTROFISTAS»
Son pensamientos mediados o inducidos por términos tales como: temblé, horrible, horroroso, catastrófico, fatal...

Asimismo, en los últimos cincuenta años hemos podido constatar en miles de casos clínicos que, cuando las personas nos damos cuenta de los pensamientos irracionales que estamos teniendo (dado que los pensamientos «no nos caen del cielo», sino que somos cada uno de nosotros quienes los elaboramos y quienes, por tanto, «nos autocastigamos emocionalmente») y los eliminamos y modificamos por otros más realistas y sensatos, nos sentimos mucho mejor y comenzarenos a tomar las riendas de nuestra vida emocional.

viernes, 25 de abril de 2014

LA ENVIDIA




La envidia siempre existe en personas que no saben aceptar la felicidad y triunfo de los demás.

Algunas veces a las personas hay que darles de lado no valen la pena, es mejor hacerse cuenta que no existen.

Recuerda que esas personas tienen una razón para envidiarte y tú tienes mil motivos para que no te importe que sus envidias sean como el pájaro carpintero que el pique su palo y a ti, te rebote.

Nunca hay que envidiar a los demás ellos construyen con esfuerzo lo que tienen, todo el mundo puede lograr lo que envidia de alguien, pero solo se logra con esfuerzo y esmero, triunfa en ti mismo no en la vida de alguien más.

Es muy importante nunca odiar al que te envidia ya que siempre tienen celos porque creen que tu eres mejor que ellos y quizás es cierto, porque ellos viven admirando tu vida tus triunfos tus sueños mientras sus metas las han dejado en el olvido por que quieren ser tú, algo que nunca conseguirán, porque cada persona es única.

jueves, 24 de abril de 2014

AMÁRGALE LA VIDA A OTRO.....




Yo he aprendido (reconozco que todavía estoy en el proceso) de ser mas sabia que aquellas personas que quisieran sacarme de mis "casillas" no permitiendo que eso arruine mis días o borre en mi cara las sonrisas.

Siempre piensa que aquella persona , sea cual sea, que quiera amargarte tiene un gran problema y es: SOPORTARTE.

Si,  porque si a alguien no le caes bien y tienes que lidiar con ello ya sea por motivos de trabajo, de escuela, incluso hasta familiar...aprende a jugar con ello y que sea el otro quien se reviente.

Nada ni nadie te puede robar tu paz ni tu alegría si tu no lo permites.

Ojo!!! no es ser hipócrita, porque si no hay necesidad de relación no hay porque ser masoquista y ver a alguien que no te interesa pero si no queda de otra...

Juega tus fichas sabiamente.

Di diariamente: hoy voy a ser feliz porque si, porque si y porque si.

miércoles, 23 de abril de 2014

SABER AFRONTAR



 

Es importante saber obrar apropiadamente, tanto en la prevención de la enfermedad como en el tratamiento y la propia adaptación a ella.

Saber enfrentarse a las circunstancias limita el nivel de ansiedad ante la enfermedad, suele influir en los niveles hormonales, afectar al sistema inmune, etc. Si no sabemos afrontar las circunstancias que experimentamos nos causamos daños psíquicos y físicos.

La forma que tengamos en afrontar lo que nos ocurre puede influir en la calidad y en el tipo de cuidado que recibimos. También, si la forma de afrontar la realidad es positiva, la persona se adapta a la situación en que vive, compensa los déficit y asume un papel activo en las intervenciones preventivas y en el tratamiento de la enfermedad.

Cuando se trata de problemas de salud las personas mayores tienden a valorar la situación y a realizar prácticas que promueven la salud y previenen ante la enfermedad, evitando hábitos nocivos y viviendo de manera más vigilante y responsiva.

Cuando las personas se hacen mayores son menos proclives a atribuir síntomas de su debilidad y sus "achaques" a las enfermedades. Esto hace necesaria su educación para que sea capaz de distinguir entre cambios normales debidos a la edad y síntomas de enfermedad, y facilitar así la detección precoz y el tratamiento adecuado.

Cuando queremos intervenir para ayudar a una persona mayor tenemos que tener en cuenta su estado mental, y también la posibilidad de que esté inmersa en un ambiente negativo. En estos casos es posible que nuestra ayuda no sea operativa debido a estas limitaciones. Siempre es positivo asistir a cursillos en los que se practiquen y aprendan habilidades para tratar la enfermedad que se padezca y uno sienta que posee el control. De esta manera se reduce la sensación de indefensión que acompaña a muchas enfermedades crónicas.

martes, 22 de abril de 2014

ETICA Y RELIGION




Hay creencias que nunca mueren y la idea de que la ética y los valores morales dependen de la religión es una de ellas. Es una idea muy extendida, aunque es falsa. Por supuesto, esta idea la tienen a un nivel interesante quienes piensan que los valores morales dependen de que tengamos creencias religiosas.

Estos piensan tener valores morales equivale a creer en Dios, incluso aunque se sea agnóstico o ateo. Un agnóstico o un ateo que rija sus acciones sobre la base de preceptos morales sería una persona que cree en Dios, aunque no lo asuma o no lo sepa.

Este es el punto de vista del teísta, el cual es bastante extravagante, como se verá a continuación.

Si lo bueno es lo que Dios manda, entonces lo que sea bueno es arbitrario y depende del capricho de Dios.

La creación de los valores y los mandamientos divinos

El mundo y con él los valores morales han sido creados por (algún) Dios, así que guiarse por valores morales implica la creencia en Dios. Según otra versión, los valores morales que seguimos son ordenados por Dios y hacer el bien consiste en seguir lo mandado por Dios. Desde el punto de vista este es el fundamento de la ética y de los valores morales. Y cualquiera que se guíe por valores morales, en última instancia, sabiéndolo o no, se guía por lo mandado por Dios.

La creación de los valores y el problema del mal

Aunque el problema del mal no sirve en sí mismo para demostrar que la ética y la religión no tienen nada que ver, sí que es cierto que sirve para que el teísta acabe tirando piedras sobre su propio tejado. Si el bien y los valores morales son creaciones de Dios, porque todo lo que hay lo es, entonces también debe ser creación de Dios el mal, puesto que Dios lo ha creado todo.

Sobre el problema del mal ya hablamos en este blog y vimos las dificultades que esto ocasiona a los teístas. Sin embargo, aquí merece la pena destacar que si el teísta parte de la idea de que la ética depende de la religión, en la medida en que la religión es la teoría de Dios y en la medida en que Dios creo todo, incluso el bien y la ética, entonces se ve envuelto en el problema del mal.

El dilema de Eutifrón y los mandamientos divinos.

La idea de que lo bueno es lo mandado por Dios es bastante antigua, aunque en la actualidad sigue viva. Platón discutió esta idea en uno de sus diálogos, el Eutifrón. En él plantea Platón el siguiente dilema: Si lo bueno es lo que Dios manda, entonces o Dios lo manda porque es lo bueno o es lo bueno por el hecho de ser lo mandado por Dios.

Cualquiera de los dos cuernos del dilema nos llevarán a conclusiones insatisfactorias. El primero de los cuernos del dilema dice así: Dios manda lo que es lo bueno porque es lo bueno. En este caso, lo bueno es independiente de Dios y este lo manda porque es bueno. Así que si existe lo bueno, con independencia de Dios, entonces ni la ética ni los valores morales dependen de la religión.

Ahora bien, el segundo cuerno del dilema, según el cual lo bueno lo es en virtud de que ha sido mandado por Dios, hace que lo bueno sea fruto de la arbitrariedad divina. En efecto, si lo bueno es tal porque Dios lo manda, entonces habría que saber qué es lo querido por Dios, en primer lugar.

Pero, más importante, resultaría que dado que todo lo bueno depende de la arbitrariedad de Dios y Dios podría querer cualquier cosa, podría darse el caso de que el asesinato, las violaciones, los genocidios, etc. fuesen buenos, con solo que Dios lo quisiera así.

Esto, desde un punto de vista ético es inaceptable.

lunes, 21 de abril de 2014

EL AZAR......





El azar domina nuestras vidas.

Decía Rawls que mientras exista la familia el Estado por mucho que desee no podrá acabar con la desigualdad, porque dependiendo de cómo trate la familia al infante, sus capacidades y posibilidades diferirán increíblemente. Es evidente que nacer en una familia con recursos otorga posibilidades que no lo hace nacer en una sin recursos. Pero también lo hace nacer entre personas que te quieren, que entre (por muchos recursos que tengan) te menosprecian, violentan e incluso agreden. Ciertamente, la idea de Rawls no era ni mucho menos hacer desaparecer la familia, simplemente constataba un hecho

. Además, su teoría lo que pretende es no castigar a ninguna persona por causas ajenas a ella.

Partiendo de esta concepción, algunos filósofos han elaborado la teoría del igualitarismo de la suerte, por la que se trata de diferenciar entre suerte (brute luck) y las consecuencias que emanan de nuestras decisiones, la suerte opcional. Así lo explica Olof Page en su Igualdad, suerte y responsabilidad:


Es francamente difícil distinguir entre lo que uno realmente elige (suerte opcional) y lo que viene dado por el entorno (brute luck), hasta el punto de perderse analizando si los gustos caros (que a alguien le gusten los huevos de Fabergé, por ejemplo)son elegidos o fruto del entorno. Pero no es esta dificultad la que queremos remarcar, sino algo más fácil de remarcar. Tampoco queremos centrarnos en la diferencia que supone la familia.

Donde queremos poner el dedo es en la diferencia abismal que supone entre nacer en un país u otro. Entre lo que supone vivir en un territorio depauperado, devastado por las guerras, por epidemias, hambrunas, enfermedades, etc., o hacerlo en uno que o bien no sufre de dichas catástrofes, o lo hace en mucha menor medida.

Es evidente que nacer en un territorio en particular no depende de nosotros, lo hará de nuestra madre, en todo caso. Y quizás ni eso (habría que determinar qué factores han influido en que dicha madre diese a luz en ese territorio). Así que, siguiendo lo dicho en la primera parte del artículo, castigar a una persona por ese hecho que, a todas luces, no depende de él, es una terrible injusticia.

Y será castigo si no se evita que crezca con malnutrición, que enferme por vivir en condiciones insalubres, sin agua potable, sin medicamentos ni vacunas, etc. No hacer nada, como tantas otras veces, es hacer algo. Es no paliar lo que han hecho otros, es permitirles a esos otros actuar, hacer. Es convertir el mundo en peligroso, como aseguraba Einstein, por dejar a sus anchas a los perversos.

viernes, 11 de abril de 2014

INVERTIR EN UNO MISMO


"La mejor inversión que cualquiera de nosotros podemos hacer es fomentar nuestra salud, mantener nuestro equilibrio y ser más conscientes de la grandeza con la que nacimos. En el fondo, se trata a aprender a cuidar de nosotros mismos para así cuidar de otros.

Invertir en uno mismo y apostar por uno no es un gesto de egoísmo, sino de inteligencia. Nadie puede dar de lo que no tiene. La única manera de crear entornos ilusionantes y confiados es que nosotros seamos fuente de ello, viviendo ilusionados y llenos de confianza.

No importa si estamos en un desierto; basta un poco de lluvia para que ese desierto empiece a florecer. Cada uno de nosotros podemos ser esa lluvia tan necesaria.

El mundo necesita personas que irradien vitalidad, serenidad, alegría y confianza. Si la depresión es contagiosa, también el entusiasmo lo es.

Cada uno ha de elegir cómo quiere vivir los distintos momentos que marcan su existencia. Ya no nos convencen las palabras, solo nos inspira el ejemplo.

La verdadera riqueza es la riqueza interior. Aunque todos poseamos una mina de diamantes, no todos están dispuestos a picar para extraer de la tierra aquello que es tan valioso.
Por eso, la pregunta clave no es si puedes ser más feliz, sino si estás dispuesto a serlo."

jueves, 10 de abril de 2014

NADA OCURRE POR CASUALIDAD


Nos suceden experiencias vividas que por la manera en como nos afectan, se las atribuimos a la buena o mala suerte, al azar, o a la casualidad. Otras decimos que suceden porque sí, porque tenían que suceder y en otras simplemente no le prestamos ninguna atención.

Basándome en el principio causa / efecto y en mi propia experiencia, estoy en condiciones de afirmar que nada ocurre porque sí, o sea que todo ocurre por y para algo.

Un ejemplo sería, que si estáis leyendo esto, no es por casualidad... es por causalidad.

Leemos libros, vemos películas, experimentamos diversas situaciones con otras personas. A no ser que seamos críticos literarios, de cine o un personaje público, todo lo que leemos, vemos y experimentamos, viene a nosotros de una manera u otra, por una causa y para mejorar algún aspecto de nosotros mismos.

Me diréis que en nuestra época de estudiantes nos han obligado a leer, ver y experimentar. Esto es debido al sistema, en este caso al sistema educativo y que de poco o nada nos ha servido para mejorar algo nuestro... por supuesto el nivel cultural sí, pero a nivel emocional y evolutivo no. Es decir, que lo que sintamos como una obligación, nos viene bien para desenvolvernos por el sistema establecido... el que nos deja escaso tiempo para ocuparnos de nosotr@s.

También vivimos experiencias muy duras. (Separaciones, enfermedades, accidentes, fallecimiento de familiares...) Puede que con lo que voy a decir me creé algún enemigo, aún así me atreveré a decir; que estas tampoco ocurren porque sí, no se lo atibuyo al simple azar... lamentable y desgraciadamente, debido a nuestro bajo nivel de conciencia, evolucionamos y aprendemos a través del dolor y del sufrimiento.

No quiero acabar con lo anterior esta entrada, por lo que también me atreveré a decir; que prestéis atención a vuestro alrededor... está repleto de causalidades, sincronicidades y coincidencias, que algo o alguien nos las están enviando.

miércoles, 9 de abril de 2014

SONREIR CON EL RABILLO DEL OJO


Todos sabemos que la sonrisa es algo muy importante, sobre todo cuando hablamos de la sonrisa auténtica y no de la fingida. A la sonrisa auténtica se la conoce como “sonrisa de Duchene”.

Duchene publicó en 1862 que la sonrisa auténtica era aquella en la que se contraía el músculo que rodea a los ojos. Este músculo, que al contraerse arruga el rabillo del ojo, es un músculo involuntario y, por tanto, solo se contrae cuando uno verdaderamente tiene una sensación de felicidad.

Cuando sonreímos de verdad, aumenta la actividad de la región prefrontal izquierda que es generadora de emociones positivas. Por eso es tan saludable sonreír.

Sonreír no solo hace que te sientas más alegre y confiado, sino que además transmites esa alegría y esa confianza a las personas que te rodean.

Hay muchas personas que viven asustadas y a la defensiva. Tu sonrisa les transmite un mensaje muy claro: “Yo no soy tu enemigo”.

Lo que aparentemente es una simple sonrisa, puede tener un gran efecto transformador.

Por eso, te propongo que conviertas en un hábito diario el hecho de sonreír a las personas. Parece sencillo, pero cuesta practicarlo.

William James, el padre de la psicología anglosajona, sostenía que “nosotros, con nuestra conducta, con nuestra manera de comportarnos, podíamos cambiar la forma en la que nos sentimos”. Si este comentario lo aplicamos a la sonrisa, lo que quiere decir es que, si lo natural cuando estoy contento es que sonría, también cuando elija sonreír, aunque de entrada no me apetezca, acabaré sintiéndome más contento.
Por eso, “si aprendes a gestionar tu cara, también podrás gestionar tus emociones”.

martes, 8 de abril de 2014

PLANTAR CARA A LOS PROBLEMAS



La vida de hoy se mueve a un ritmo frenético, y no se trata sólo de una sospecha, basta con echar un vistazo alrededor para confirmarlo: en la calle y en la vida todo son prisas, el mundo nunca duerme y parar no está permitido. Y los seres humanos parecemos no tener más remedio que adaptarnos a esta especie de fast life, que nos aboca, a menudo, al infierno del estrés.

Y yo me pregunto, ¿seguro que es así? ¿Seguro que, en toda esta azarosa historia, el nuestro es el papel de víctimas? Algunos indicios invitan, por lo menos, a la duda: incluso aceptando que durante nuestro horario laboral debamos seguir obligatoriamente este ritmo vertiginoso, ¿cómo es que, cuando salgo del trabajo, en lugar de aprovechar para desconectar y parar, sigo corriendo para llegar a una clase, a una cita, al supermercado y al cine? ¿Y, entonces, cuál es la excusa para seguir el mismo ritmo endiablado durante el fin de semana y las vacaciones? La cuestión es encontrar siempre algo que hacer a continuación, hasta llegar, exhaustos, a la hora de perder la conciencia en brazos del sueño. Es una rutina que un día pusimos en marcha, y que ahora no sabemos o no queremos parar. ¿Y cuál es el por qué todo este overbooking de tareas?

“La gente no sabe estar quieta”, Blaise Pascal.

Aunque quizás la pregunta más correcta sea otra: ¿cuál es el para qué? Mihaly Csikszentmihalyi, autor del recomendable libro “Fluir”, lo tiene muy claro: para evadirnos de nuestros dolores, reales o imaginarios, de nuestros rencores, de nuestras frustraciones. Según Csikszentmihalyi, las personas no somos capaces de enfocar nuestros pensamientos más que unos pocos minutos. Tenemos muy poco control sobre nuestra mente, aunque no llegamos a notarlo porque adquirimos una serie de rutinas que canalizan nuestra energía psíquica. Vamos saltando de un “deber” a otro de la mañana a la noche, como si del juego de la oca se tratara,con el piloto automático en marcha desde que nos levantamos hasta que el sueño nos sumerge en la inconsciencia.

Pero, ¿qué ocurre cuando estamos en soledad y no tenemos nada concreto que hacer? Pues que nuestra mente se relaja, y resulta que tiene la extraña y desafortunada costumbre de quedarse enganchada en pensamientos dolorosos o perturbadores: son esos momentos en los que llegas a vislumbrar que tu trabajo hace tiempo que no te llena, que te preocupa el futuro de tus hijos, que la relación con tu pareja ya no funciona, o que tu vida no se parece en nada a lo que siempre habías pensado que querías. Así no es de extrañar que los seres humanos estemos dispuestos a llenar nuestras mentes con cualquier estímulo externo mientras eso nos evite la “tentación” de mirar hacia el interior y fijarnos en las emociones negativas. Este tipo de emociones, desagradables, desconcertantes, son sin embargoel síntoma más claro de que algo no va bien, el síntoma más claro de que tu vida está necesitando un cambio de manera urgente. Pero el cambio nos aterroriza, así que lo más probable es que acabes poniendo la tele o sumergiéndote en tu móvil para dejar de pensar más “tonterías”, y para que las aguas vuelvan a su cauce, quizás no satisfactorio, pero sí cómodo y conocido. Por lo menos, hasta la próxima vez que bajes la guardia…

“Las personas están mal y sufren en parte porque no saben que sufren”, Claudio Naranjo.

Si te resulta familiar algo de lo anterior, es posible que te estés preguntado qué puedes hacer al respecto. El problema radica principalmente en la creencia limitante de que los cambios son desgracias a evitar, y nuestro conservador refranero se encarga de recordárnoslo: más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. ¿Y por qué razón debería quedarme con esto, si no es positivo para mí? ¿Y si resulta que puedo encontrar otra cosa que sí me satisfaga, o que me satisfaga más? El simple hecho de cambiar la palabra “problema” por la palabra “desafío” ya es un gran avance: tomar cada desafío, no como algo que debe reprimirse o evitarse, sino como una oportunidad para aprender y para mejorar las propias habilidades. También se requiere una sólida base de confianza: confiar en que, ocurra lo que ocurra, tú tienes los recursos necesarios para sobrevivir y seguir adelante, o tienes capacidad suficiente para adquirirlos. Y, por supuesto, necesitas sentir que te lo mereces: mereces un trabajo mejor, unas relaciones personales más satisfactorias o una vida emocional más intensa o equilibrada. Hacer las cosas sin pasión es vivir sin resonar, sentir que no estás aprovechando tu vida. Si decides plantar cara a tus problemas, y trabajas estos elementos, es más que probable que tu vida esté a punto de cambiar, y, sí, esta vez para bien.

“Para obtener la libertad, primero hay que ser capaz de liberarse”, Alejandro Jodorowsky.

Sin duda, una vida que valga la pena vivir requiere de la valentía de la consciencia y la responsabilidad. Oscar Wilde escribió que, para la mayoría de nosotros, la verdadera vida es la vida que no llevamos. Pero eso puede cambiar, tú lo puedes hacer cambiar.

¿Te atreves a despertar y a brillar en todo tu esplendor? Ojalá que sí.

lunes, 7 de abril de 2014

VIVIR ES UN LUJO


Estar vivo es un verdadero lujo. ¿No te lo crees? Te invito a que dediques un minuto a reflexionar sobre la otra alternativa posible, no estar vivo, y puede que lo veas de otra manera. Y, a pesar de que te digas a ti mismo que sí, que la vida es muy bonita, es posible que consideres que también es complicada a ratos, a menudo frustrante y muchas veces difícil de comprender. Quizás no es tan fácil decir sí a la vida.

La palabra “sí” parece sencilla de decir, pero en la práctica no lo resulta tanto, básicamente porque implica un compromiso que, a veces, no estamos dispuestos o no nos vemos capaces de cumplir. De la misma manera, decir sí a la vida es todo un reto: sólo pensar enrendirte y entregarte a todo lo que te traiga, tal como es y tal como viene, hace que tus pulsaciones se disparen y que tu cuerpo empiece a temblar. Te dejas invadir por el miedo, y, para acabar con tal desasosiego, optas por una opción que ya conoces bien: elautosabotaje. Te estás autosaboteando cada vez que:

 Evitas nuevas experiencias
 Encuentras una excusa para no cambiar
 Dejas para mañana lo que podrías hacer hoy
 Culpas a cualquier otro de tus infortunios
 Eludes tus problemas

Lo cierto es que, aunque estas técnicas de autosabotaje sean muy prácticas, el hecho de utilizarlas genera una fuerte insatisfacción, porque, en el fondo, sabes perfectamente que te estás engañando a ti mismo. ¿Estás seguro de que la creencia de sentirte a salvo compensa la posibilidad de llegar a avergonzarte de ti?

“El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”, Siddharta Gautama (Buda)

Y yo me pregunto, ¿qué es lo que hace que vivir con plenitud nos dé tanto miedo? Puede que sea el miedo a comprometernos con la vida, entendiendo el compromiso como el hecho de elegir algo, renunciando a otras cosas, y actuar en consecuencia para lograrlo. Quizás no confiamos en nuestra capacidad para pensar, para aprender, para elegir y tomar decisiones; quizás no tenemos confianza en nuestra capacidad para hacer frente a los desafíos de la vida.

La falta de confianza en nosotros mismos influye de manera decisiva en nuestra incapacidad para lanzarnos a vivir. Pero también hay otro elemento que no podemos perder de vista, y es el temor a la felicidad. Como escribió Nathaniel Branden, aunque suene paradójico, se necesita coraje para tolerar la felicidad sin sabotearnos a nosotros mismos. En ocasiones, el solo hecho de vislumbrar la posibilidad de ser feliz activa esa voz interior que te dice que no te mereces lo que tienes, o que no te durará, o que la vida no es así y que, por lo tanto, estás condenado a fracasar. Lamentablemente, dar credibilidad a tales afirmaciones suele generar profecías que se cumplen a sí mismas.

“Cuando actuamos primariamente guiados por el miedo, tarde o temprano precipitamos la calamidad que tememos”, Nathaniel Branden.

Pero las cosas no son tan terribles como parecen, y sólo tienes que dedicar un momento a pensar honestamente y con calma para darte cuenta. Si estás leyendo esto, es porque ya hace un tiempo que transitas por este camino de la vida; y, en tal caso, ya habrás pasado por muchas cosas.

¿Cuántas decisiones has tomado en tu vida? Piénsalo bien, ¿cuántas situaciones difíciles has afrontado y has superado con éxito? ¿Cuántas más vas a tener que superar para darte cuenta de que eres capaz de todo lo que te propongas? Sólo tienes que proponértelo; tú tienes toda la fuerza que necesitas para cambiar y crecer.

Sí, ahora sabes que puedes, pero quizás aún dudas de si te lo mereces… Te voy a hacer dos preguntas muy simples: ¿estás siendo el tipo de persona que quieres ser? ¿Estás siendo fiel a esos valores que son tan importantes para ti, como la sinceridad, la bondad o la justicia? Sólo puedes respetarte a ti mismo cuando tus ideales y tus acciones coinciden, cuando lo que dices que buscas y lo que haces van de la mano. Los seres humanos necesitamos confiar en nosotros mismos y necesitamos admirarnos, incluso cuando nadie mira, porque, de hecho, nuestro inconsciente siempre está mirando. Y cuando confías en ti y te admiras, te das cuenta de que tú también eres digno de respeto, de amor y de felicidad, de que tú también te mereces todo lo bueno que la vida te regala.

“Qué distinta experiencia se tiene cuando se mira al suelo o a las estrellas”, Mario Alonso Puig.

viernes, 4 de abril de 2014

EL CONOCIMIENTO PROPIO


El conocimiento propio es un proceso, no es un fin en sí mismo; y para conocernos debemos estar atentos a nosotros mismos en la acción.

Para que uno pueda transformarse es esencial que se conozca.

Uno debe conocerse tal como es, no cómo quisiera ser, lo cual tan sólo es un ideal y, por lo tanto, algo ficticio, irreal; sólo lo que es puede ser transformado, no lo que uno desearía ser.

Conocernos tal como somos requiere una vigilancia extraordinaria de la mente, porque lo que es experimenta modificaciones, cambios constantes; y para poder seguirlos con rapidez, la mente no debe estar atada a ningún dogma, a ninguna creencia, a ningún modo de acción.

Si uno quiere ir en pos de algo no es bueno estar atado. Si soy codicioso, envidioso, violento, de poco vale que tenga meramente un ideal de no violencia, de no codicia...

La comprensión de lo que somos, el comprender sin distorsión alguna lo que en realidad somos, es el principio de la virtud. La virtud es esencial, porque ella nos brinda libertad.

El conocimiento propio es el descubrimiento, de instante en instante, de las modalidades del "yo", de sus intenciones, actividades, pensamientos y apetitos.

No se puede tratar de obtener lo eterno, la mente no puede adquirirlo. Se manifiesta a sí mismo cuando la mente está quieta, y la mente sólo puede estar quieta cuando es sencilla, cuando ya no acumula, no condena, no juzga ni sopesa.
Sólo la mente sencilla puede comprender lo real; no así la mente repleta de palabras, conocimientos, informaciones. La mente que analiza, que calcula, no es una mente sencilla.

Entiendo por "conocerse a sí mismo" conocer cada pensamiento, cada estado de ánimo, cada palabra, cada sentimiento; conocer la actividad de la propia mente.

jueves, 3 de abril de 2014

VIAJEROS


Somos viajeros en un viaje cósmico: polvo de estrellas que gira y baila en los remolinos del infinito. La vida es eterna. Pero las expresiones de la vida son efímeras, momentáneas, transitorias.
 Esta existencia nuestra es tan transitoria como las nubes de otoño. 

Contemplar el nacimiento y la muerte de los seres es como mirar los movimientos de una danza. Una vida es como un relámpago en el cielo; corre como un torrente por la ladera empinada de una montaña. Buda.
 La muerte es sólo un paso más hacia la forma de vida en otra frecuencia y el instante de la muerte es una experiencia única, bella, liberadora, que se vive sin temor y sin angustia. 

El hecho de preocuparnos de la muerte no significa una evasión de la vida , sino todo lo contrario. 

La integración de la idea de la muerte en el pensamiento de los hombres les permite erigir sus vidas de acuerdo con propuestas más conscientes, más meditadas, alertándolos sobre el uso que hacen de ellas, no derrochando "demasiado tiempo en cosas sin importancia". Y, la muerte no es el fin, sino más bien un "radiante comienzo". Nuestra vida en el cuerpo terrenal sólo representa una parte muy pequeña de nuestra existencia. La vida no está pues limitada a una existencia única.

 Esta vida terrenal es más bien una minúscula parte de una existencia individual global que se proyecta bastante más allá de nuestra vida de aquí abajo. La muerte física del hombre es idéntica al abandono del capullo de seda por la mariposa. La observación que hacemos es que el capullo de seda y su larva pueden compararse con el cuerpo humano, un cuerpo humano transitorio. Como una casa ocupada provisionalmente. 

Morir significa, simplemente, mudarse a una casa más bella, hablando simbólicamente, se entiende. 

Desde que el capullo de seda se deteriora irreversiblemente, ya sea como consecuencia de un suicidio, de homicidio, infarto o enfermedades crónicas, (no importa la forma), va a liberar la mariposa, es decir, vuestra alma.

 En esta etapa, cuando nuestra mariposa ha abandonado su cuerpo, viviremos entonces importantes acontecimientos que es útil que conozcamos anticipadamente para no sentirnos jamás aterrorizados.

miércoles, 2 de abril de 2014

CULTIVAR LA MENTE



Cultivamos la mente haciéndola cada vez más ingeniosa, cada vez más sutil, más astuta, menos sincera y más tortuosa e incapaz de afrontar los hechos. 

Y cuando desde el centro -el ego- se mira dentro del sufrimiento, lo que hay es sufrimiento, únicamente eso.

La incapacidad de observar es la que da origen al sufrimiento. 

Cuando se percibe desde el ego esa observación que se obtiene es muy restringida, muy estrecha, muy trivial; y eso engendra sufrimiento.

Sabemos que el dolor está ahí; es un hecho, y no hay nada más que conocer. Todos tenemos que vivir con el dolor. 

En uno mismo y en todas partes se ve sufrimiento, ignorancia y desconcierto.

Pero la solución a esta situación se encuentra en investigarnos a nosotros mismos y a todo los que nos rodea, en ver la realidad de las cosas, en ser totalmente conscientes de ellas y obrar adecuadamente.

Resumiendo, aceptar con buen talante lo que la vida nos vaya poniendo por delante.

martes, 1 de abril de 2014

LO SIENTO




SIENTO EN EL ALMA PRIVAROS DE MIS PUBLICACIONES ANTERIORES , PERO POR TRATAR DE ORGANIZAR, NO SE QUE HE HECHO QUE SE ME HAN BORRADO TODAS, ¡ASI SOY YO, UN DESASTRE.... INFORMÁTICO!

CICATRICES DEL ALMA




..."en las heridas del alma, como todas las heridas también quedará una cicatriz.
¿Para siempre? Para siempre. ¿Entonces no se supera? Se supera pero no se olvida.

Cuando el proceso es bueno las cicatrices ya no duelen y con el tiempo se mimetizan con el resto de la piel y casi no se notan, pero están ahí.

¿Me duele? No, ni siquiera cuando me toco. No me duele.
Pero si uno mira de cerca la cicatriz está". …de El Camino de las Lagrimas de J.Bucay

En el alma radica la mente, la voluntad, las emociones, el intelecto y el entendimiento y cuando hablamos de cicatrices del alma nos referimos aquellos momentos en los que algunas de estas áreas se vieron afectadas, tanto que al ver o sentir la marca que ha quedado, recordamos aquel momento con dolor.

Debido a que vivimos en un mundo imperfecto, va a ser herido por personas. Las personas nos lastiman, a veces intencionalmente, a veces sin intención.

El problema es que nuestra respuesta a estas heridas casi siempre es incorrecta.
La vida está llena de momentos. Algunos buenos, otros malos, por supuesto, algunos de esos momentos marcan de una manera tan profunda la vida que te dejan una cicatriz, a veces visible, como las cicatrices que vemos en el rostro de aquellos que sufrieron un terrible accidente.

Todos estos momentos dejan cicatrices en el alma. Personas que jamás pudieron ser las mismas. Pero la pregunta ante todos estos problemas es como cerrar la herida y al ver la cicatriz saber que ya todo paso y ver la posibilidad de un nuevo comienzo.

Tal es el caso de la madre que tuvo un hijo. Ese día jamás lo olvidará, pero la historia hubiese sido diferente si el padre de ese niño hubiese estado cerca o si lo hubiese tenido en condiciones sociales más favorables. O que tal la historia de tres niños en un tren jugando, un padre únicamente observándolos y un hombre reclamándole al padre porque no controla a su hijos y la respuesta de aquel padre: su madre acaba de morir y no sé como darles la noticia. O el caso de un hombre que creyó estar amando a su esposa y por tantas ocupaciones no cumplía con las expectativas de ella y ella en vez de confrontarlo, decidió buscar una persona más.

Cuatro cosas que no debe hacer cuando las personas lo lastiman.

1. NO LO IGNORE
Muchas veces intentamos manejar nuestro dolor fingiendo que no existe.

Hay varias maneras de hacer esto

1) Negarlo – Yo no tengo ningún problema, no estoy dolido.
2) Minimizarlo – No fue gran cosa. No me dolió tanto.
3) Aplazarlo – Posponemos hacer algo al respecto.

• El dolor que hoy trata de ignorar nunca se quitará.
• Muchos piensan que, “El tiempo sana todas las heridas” – a veces el tiempo las hace peor si lo seguimos posponiendo.

NO ESCONDA SU DOLOR

Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día. Salmo 32:3


• Hay personas que se guardan el dolor para sí mismos. No se lo cuentan a
nadie.
• Usan una máscara.
• No nos gusta reconocer que alguien ha herido nuestros sentimientos.
• El mostrar sus sentimientos es el principio de la curación.
• Todos tenemos alguna herida.

4. NO LO RESIENTA

Es tal tu enojo que te desgarras el alma;….” Job 18:4

• La amargura lo lastima más que el dolor mismo que recibió.
• La amargura es un veneno que lo carcome por dentro.
• Cada vez que piensa sobre ello y lo resiente, se perpetúa el dolor.
• La amargura permite que el pasado controle el presente.
• El resentimiento permite que las personas que lo lastimaron en el pasado lo continúen haciendo.

• Tenemos resentimiento porque creemos que al tenerlo, lastimamos a las personas que nos ofendieron.PERO EL RESENTIMIENTO SOLO LO DAÑA A VD. ELLOS SIGUEN MUY FELICES POR LA VIDA.
• El resentimiento es una actitud que nos derrota.

¿En quién me apoyo? ¿A quién busco? ¿Quién pudiera ayudarme? Ante estas situaciones naturales, necesitamos una fuerza sobrenatural: a Dios, quien en diversas situaciones ha utilizado su poder para hacer nuevas todas las cosas, para cambiar la tristeza en alegría, para calmar la desesperación y convertirse en nuestro único apoyo 24 horas, los 7 días de la semana, aquel que nos entiende porque nos formó y conoce exactamente la profundidad de esa cicatriz.

¿Qué vas a hacer con tus cicatrices? ¿Vivirás toda tu vida lamentando que las tienes, preguntándote por qué te sucedió aquello a ti? Si bien es cierto que las cicatrices son imborrables y siempre estarán allí, cuando te fortaleces en las áreas en las que no tienes ninguna y le das oportunidad a Dios para que te sane, tu vida puede comenzar de nuevo, te darás cuenta de que amaneció de nuevo para ti y que tu vida puede ser mejor que nunca antes.

¡Y cicatrices que duelen, que arden, que queman!… y que en cualquier momento o el menos esperado, pueden ser removidas con los recuerdos y pueden fácilmente volver a sangrar.

Pero hay algo hermoso en el fondo de todo esto: El dolor también tiene su belleza oculta, porque gracias al dolor, también se puede aprender a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento y ver de qué manera tan estúpida hemos actuado, por qué insistimos tanto en seguir aferradas a algo o a ese alguien que nos está haciendo tanto daño en la vida.

Obviamente que para lograr esa hazaña, se requiere de una buena dosis de observación interna (insisto), de amor propio, de autoestima, de voluntad y perseverancia, ya que llevar cicatrices en el alma, es darnos cuenta que ya hemos pasado por uno, o dos o más dolores fuertes que nos dejaron marcas y grietas profundas que siempre serán un riesgo de volver a sufrir por las mismas causas o los mismos errores, mientras no nos decidamos a darle vuelta a la hoja del libro de nuestra vida.

Este artículo de está dedicado a una persona especial, que a veces se recrea en sus cicatrices, recurriendo a alguien intangible, cuando detrás mismo de su casa, tiene al verdadero sanador Dios. Con todo mi cariño.